Los tres principales diarios que circulaban en la Argentina en 1976 decidieron apoyar la ruptura del orden constitucional de nuestro país. También decidieron ocultar los asesinatos, secuestros, torturas, violaciones y robos de niños, como claramente dejan en evidencia los textos publicados desde el 24 de marzo de 1976.
Para comprender las razones de semejante decisión es necesario apelar a los propios argumentos de los militares para llevar adelante el genocidio. La principal motivación de aquella época era el llamado “Terror rojo”. Casi infantilmente, algunos militares y civiles abiertamente afines al golpe, sostenían que, de no producirse, se instalaría en la Argentina un régimen totalitario que acabaría con la libertades de todos los ciudadanos.
Supongamos por un momento que tenían razón. Lo que ellos llamaban, y siguen llamando, “regímenes totalitarios” eran movimientos políticos que, de una u otra manera, trataban de hacer más equitativo el reparto de la riqueza del país, mejorar los salarios, disminuir la evasión fiscal, fortalecer el estado para combatir la corrupción y mejorar la capacidad del propio estado para la obra pública entre otras cosas. Visto desde este punto de vista no estaban equivocados.
El golpe se produjo y se evitó la instalación de cualquiera de los “regímenes totalitarios” y se trató también de garantizar que nunca se instalaran, asesinando a la mayor cantidad de gente posible. Observemos los resultados. Los salvadores de la nación dejaron toda una generación muerta, quebrada, torturada, una economía desvastada, un aparato productivo inexistente, altos índices de desocupación, multiplicación de la pobreza y por sobretodo un país dominado por el “terror” desde el Estado.
Sin embargo, de los tres grandes diarios que apoyaron el golpe, sobrevivieron dos y se convirtieron en los dueños absolutos de los Medios de Comunicación en la Argentina, apoderándose desde la empresa Papel Prensa SA hasta todas las distribuidoras de tV por cable.
La ecuación es simple, si invirtieron los valores de la palabra. Los que venían a salvarnos del terror, nos impusieron el terror. Los que dijeron defender la libertad los ciudadanos, se enriquecieron con la pobreza de todo un pueblo.
Clarín y La Nación no son las únicas empresas que se enriquecieron con el terror, habría que preguntarle qué hiciron la Familia Blackier, del Ingenio Ledesma de Tucumán, Techint, Ford, Fiat, el Grupo Macri.
Lo cierto es que todos ellos nos deben, a todo el pueblo argentino, mucho dinero y mucho más.
Lo único que les podemos exigir es el dinero y la verdad.
Kike Dordal
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