(Editorial viernes 5-11-2010)
Soy Canillita,
gran personaje,
con poca guita
y muy mal traje;
sigo travieso,
desfachatado,
chusco y travieso,
gran descarado;
soy embustero,
soy vivaracho,
y aunque cuentero
no mal muchacho.
(Extracto de la obra “Canillita”, De Florencio Sánchez, muerto en 1910, un 7 de noviembre.)
La primera vez que se escuchó el grito de un vendedor de diarios fue en 1867 cuando anunciaba: “¡La República! ¡La República!”. Éste era el nombre de un diario de la época que ideó aquella forma de venta directa. Debido a su éxito, esta costumbre fue adoptada por otros diarios, creándose así una nueva fuente de trabajo.
Parece mentira, pero recién 1947, durante el gobierno de Juan Perón, fue reconocido el día para los trabajadores del sector.
También parece mentira que, casi 50 años después, ese personaje pícaro, pero flacucho y de piernas largas, como lo describe Florencio Sánchez, termine enfrentado a los poderes económicos más grandes de nuestro país y fuera doblegado durante la nefasta década del 90.
Pero no pudieron, aún flacuchos y de aspecto débiles, se organizaron, le contaron a su pueblo su pesar y todos juntos, en una larga lucha vencimos a los poderosos.
De ahora en adelante en la Argentina, cada 7 de noviembre no deciden los monopolios, los que tienen el poder son los canillitas organizados y como se lo merecen, descansan.
El principal derecho que tenemos los trabajadores es el descanso.
Enrique "Kike" Dordal
Enrique "Kike" Dordal
No hay comentarios:
Publicar un comentario