(Editorial del 3-11-2010)
Ensayemos algunos nombres, por ejemplo Federico Pinedo, Paula Bertol (PRO), Rubén Lanceta (UCR), Patricia Bullrich (CC), Zulema Daher (Peronismo Federal), Horacio Alcuaz (GEN) y Carlos Favario (Demócrata Progresista) son algunos de los diputados que no querían que se realice el homenaje a Néstor Kirchner, pretendían sólo un minuto de silencio.
Esto claramente en una incapacidad absoluta de leer lo que sucede o, lo que es peor, una malintencionada tergiversación de la realidad. Sorprende que la presidenta de la comisión de libertad de expresión de la cámara baja, la Diputada Silvana Giúdice, prestara su despacho para que se reúna y se ponga de acuerdo el “Grupo A” para no permitir la “expresión” de dolor de los legisladores.
Insistimos en que, una cosa es oponerse a un modelo y otra es ir en contra de la voluntad popular y pretender, sin escrúpulos, que quienes, en los últimos 50 años en la argentina, supieron entender y ejecutar esa voluntad popular, se vayan, porque a un grupo no le gusta, o mejor dicho, no les permite quedarse con todo.
La incuestionable expresión callejera que vivimos durante la semana de mayo en el marco de los festejos por el bicentenario y la masiva movilización popular que salió a expresar su dolor y apoyo al modelo actual, son suficientes pruebas de que algo no está más en discusión en la Argentina, y es el acuerdo de las mayorías populares con este modelo de gestión y administración.
Hay mucho que discutir, hay mucho para mejorar, pero siempre dentro de este modelo de país. Los que están afuera, deben sumarse o esperar, eso sí, sentados.
Enrique "Kike" Dordal
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